miércoles, 29 de octubre de 2008

Grupo Florida y la Revista Martín Fierron hacia los años 30

Dentro de la historia cultural argentina no podemos dejar de mencionar a los grupos que trascendieron en el movimiento artistico de principios de siglo: El Grupo Florida y el Grupo Boedo. El Grupo Florida fue un agrupamiento informal de artistas de vanguardia de Buenos Aires durante la década de 1920 y 1930. Tradicionalmente, la historiografía cultural lo opuso al Grupo Boedo. Recibieron ese nombre porque uno de sus puntos de confluencia era la revista literaria Martín Fierro, cuya sede se encontraba en la esquina de la tradicional calle Florida y Tucumán, y también porque acostumbraban a reunirse en "La Richmond", un café ubicado sobre Florida, entre Lavalle y la Avenida Corrientes.
La Revista Martín Fierro, eje de reunión del Grupo Florida, fue fundada en febrero de 1924. Sin embargo en la misma participaron escritores con estilos más identificables con el Grupo Boedo. Su primer director fue Evar Mendéz y estaba codirigida también por Oliverio Girondo. Precisamente este último escribió el "Manifiesto" del grupo, publicado en el cuarto número de la revista, el día 15 de mayo de 1924. Entre otras cosas el Manifiesto sostiene la voluntad del grupo de romper los esquemas y reglas artísticas entonces vigentes: Frente a la impermeabilidad hipopotámica del honorable público. Frente a la funeraria solemnidad del historiador y del catedrático que momifica cuanto toca.... Martín Fierro sabe que todo es nuevo bajo el sol, si todo se mira con unas pupilas actuales y se expresa con un acento contemporáneo. El Grupo Florida se caracterizó fundamentalmente por la búsqueda de innovaciones vanguardistas relacionadas con las formas, como el cuestionamiento a la métrica y la rima en la poesía. Apoyaron el surrealismo, el dadaísmo, el ultraísmo y en general todas las corrientes de vanguardia europeas de la época.
Entre los representantes artísticos que se encolumnaban en el movimiento generacional al que alude Juan Wally en el formidable trabajo "Generación Argentina de 1940: Grandeza y Frustración" (http://generacionargentina1940.blogspot.com/2008/04/generacin-argentina-de-1940-grandeza-y.html) encontramos pertenecientes al Grupo Florida a Aquiles Badi, Hector Basaldúa, Lino Spilimbergo, Horacio Butler y Raquel Forner.

Raquel Forner: Pintora nacida en Buenos Aires en 1902. Cursa sus estudios en la Academia Nacional de Bellas Artes. Viaja a Europa donde realiza exposiciones en numerosos países. Recibe una marcada influencia de su maestro parisino Othon Friesz. Comienza en sus primeros años con un estilo naturalista, pero al poco tiempo evoluciona hacia el expresionismo. Las obras de esa época se caracterizan por imágenes fantasmagóricas, mezcla de lo real con lo inventado y predominio de la no figuración. Una pintura de mayor libertad y de gran contenido emocional que durante la guerra civil española (1936-39) y, posteriormente, en la segunda guerra mundial se transforma en el medio para expresar el dolor y la protesta ante la trágica lucha. Otra característica que muestran sus obras son los seres mutantes y alienados. En 1938 se creó en Buenos Aires el grupo Orión, impulsos del Surrealismo, con BERNI a la cabeza, y en 1936 se forma el grupo que reivindicará la relación "Arte y Sociedad", encabezado por el grabador Guillermo HEBECQUER. En principio Forner simpatizó con los dos grupos. Lo social fue un tema que la involucró durante dos décadas. A pesar de habérsela tildado de izquierdista, en su arte no fue partidista.
Horacio Butler: Nace en Buenos Aires el 28 de agosto de 1897. Estudia en la Academia de Bellas Artes en la que ingresa en 1915 y donde conoce a muchos de sus pintores colegas. En esta época la corriente que reina en Buenos Aires es la del impresionismo, sin embargo, Butler no lo acepta y sigue por su cuenta el camino de la pintura plana. En 1922 viaja a Europa, precisamente a Alemania, donde afianza sus conocimientos sobre pintura. Allí conoce una nueva corriente, la del expresionismo, con la que establece cierta distancia, como lo había hecho con el impresionismo. Más tarde viaja a Francia, cuando la Escuela de París se encontraba en sus mejores momentos. Allí es atraído por las corrientes del fauvismo y el cubismo. A pesar de la influencia de una gran cantidad de corrientes artísticas, podemos decir que lo abstracto y lo figurativo son dos constantes en sus obras.
Lino Spilimbergo: Dibujante excepcional, Spilimbergo se acercó al Arte político, aunque fue siempre un pintor independiente. Uno de los descubrimientos de Lino Enea Spilimbergo, durante su paso por Italia, fue el de la Escuela Veneciana del siglo XV; pero también incidirán en su pintura las enseñanzas cubistas impartidas por Lhote y el arte metafísico de Giorgio de Chirico (1910-20), que los surrealistas consideraron como un claro antecedente de sus teorías. La serie de las Terrazas (1930-34), a la cual pertenece la obra de Spilimbergo, tiene afinidades con los inmóviles y enigmáticos paisajes urbanos de Chirico, aunque, sin duda, la clave es distinta. Más que adentrarse en interna en el espacio humano del misterio, Spilimbergo se interna en el misterio del espacio pictórico: de ahí la yuxtaposición de planos, la figuración entrecortada, el recurso de la geometría y la tendencia arquitectónica de la composición. Cuando de temática social se trata trabaja óleos con figuras monumentales que evocan la estética del mural. Cuando estos temas pasan al grabado la mirada se agudiza creando notables síntesis lineales como en la serie de los políticos, por ejemplo. Lo metafísico y lo surreal también forman parte de su capital plástico: el óleo La Planchadora (1936) y los grabados que ilustran el texto de Oliverio Girondo Interlunio (1937) dan cuenta de esto.
Héctor Basaldúa: Pintor y escenógrafo argentino, nace en Pergamino en 1958, perteneciente al grupo de los vanguardistas. Realiza sus primeros estudios en la Academia Bolognini y luego en la Academia Nacional de Bellas Artes. Gracias a una beca otorgada por la provincia viaja a Europa donde recibe influencia de los maestros de la Escuela de París, además de haber sido discípulo del parisino Charles Guerin. Se destaca como director escenógrafo del Teatro Colón durante varios años. Se caracteriza por un estilo más bien expresionista y por la representación de la naturaleza de una forma desfigurada. Expresa sus sentimientos a través del color vivo y violento y de la forma.
Aquiles Badi: Pintor que nace en Buenos Aires en 1894. Vive su niñez en Italia y vuelve al país en 1909 para estudiar en la Academia Nacional de Bellas Artes. Íntimo amigo de Basaldúa y Butler. En sus obras podemos ver gran influencia italiana. En un principio sus pinturas muestran flores, naturalezas muertas, figuras y en pocas ocasiones, el tema religioso. Pero la obra que conocemos hoy es geométrica y descolorida, de suavidad y misterio.

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